Amigos de mis poemas...

lunes, 14 de mayo de 2012

Encantos del fuego.



Al incendiarse el bosque, 
quedó desnudo, 
era un teatro vacio, 
y sobre el piso 
solo subsistían las cenizas 
del pasto quemado. 

Su trastienda 
llegaba hasta un río, 
dónde unos jóvenes despojados 
vegetaban en comunidad 
y adoraban a Pie Grande. 

En las islas cercanas a la rivera, 
había viejos burgueses 
que tenían autos anfibios, 
y enfriaban el whisky 
con gel de pirañas. 

Cuando era joven todo era joven, 
las flores, las hojas de los árboles. 
Cuando fui viejo todo fue viejo, 
las flores, las hojas de los árboles… 

Cuando al morir no morí 
y todo se prendió fuego, 
vi que mi vida había sido una ilusión; 
una comedia, un drama, 
una obra de teatro quemada… 


Mauricio Escribano.

1 comentario:

  1. Leo tus versos y a mí me brotan otros... me gusta leerte

    Un saludo desde Colombia

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