Descoloridas excusas,
es un ir y venir,
un coma antes de morir.
Dedos en la orbita
de la ventana,
te escupe otro pretexto…
Pero se acaba el tiempo,
te llevas el teléfono
a la cama.
El solo ve una espiral
de galaxias
en el nido de sus pesadillas.
Me temo que nunca
llegaran sus manos
a bajarte las estrellas.
Pero dejó
un guante colgado
en una de ellas,
para que sepas
que alguna vez,
tuvo puntería
de viento…
Y soñó
con ser almizcle
de besos,
ungiendo constelaciones
en tus pechos.
Mauricio Escribano.
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